Nación en Chinon Turena (Francia). Su fecha de nacimiento es incierta, ya que al inicio de su obra Pantagruel lo sitúa en 1483, otros en 1494 y 1495. Lo cierto es que nace en medio de situaciones históricas trascendentes, como el nacimiento de Martín Lutero. Mientras que el rey Carlos VIII invade Italia en 1494, iniciando un período de sesenta y cinco años de guerras, situación que se verá reflejada a lo largo de toda su obra.
Se ordenó de fraile franciscano en Fontenay-le-Comte, pero abandonó la orden porque le confiscaron sus libros de griego y regreso con los benedictinos. Ya ordenado sacerdote secular se inscribió en la Universidad de Montpellier, donde se graduó primero como licenciado en medicina después como doctor.
Considerado uno de los máximos escritores franceses del siglo XVI, Rabelais, aunque sin ninguna experiencia pedagógica, tiene el mérito de combatir de forma humorística y a veces grosera la educación libresca, formalista, pedante y memorista de su tiempo. Preconiza el estudio de las ciencias, no en los libros, sino en la naturaleza y los hechos, y acentúa el valor integral de la educación.
También, subraya ante todo la libertad individual y el entusiasmo por el conocimiento y la vida, expresando con vigor el humanismo renacentista. Su obra cumbre, en la que presenta sus ideas sobre la educación es Gargantúa y Pantagruel, está compuesta por cinco libros publicados entre 1531 y 1564. Pantagruel narra la vida del hijo de Gargantúa. El contenido versa sobre la sátira a las instituciones y costumbres francesas, en el que el gigante Gargantúa (hijo de Grandgousier y de Gargamelle) voraz pero de temperamento pacífico y bondadoso, recibe una educación que muestra las ventajas de la pedagogía racional de los humanistas sobre los métodos tradicionales de la Sorbona; en los episodios de la lucha contra el ambicioso Picrochole, se condenan las guerras de conquista y se exalta la prudencia, el pacifismo y el espíritu conciliador de Grandgousier.
Es evidente que montaigne estaba en profundo desacuerdo con la enseñanza y la metodología en uso en su época. dice al respecto:
“visitad un colegio a la hora de las clases, y no oiréis más que gritos de niños a quienes se martiriza; y no veréis más que maestros enloquecidos por la cólera. ¡buenos medios de avivar el deseo de saber en almas tímidas y tiernas, el guiarlas así con el rostro feroz y el látigo en la mano! quintiliano dice que tal autoridad imperiosa junto con los castigos, acarrea, andando el tiempo, consecuencias peligrosas. ¿cuánto mejor no sería ver la escuela sembrada de flores, que de trozos de mimbres ensangrentados? yo colocaría en ella los retratos de la alegría, el regocijo, flora y las gracias, como los colocó en la suya el filósofo speusipo. así se hermanaría la instrucción con el deleite; los alimentos saludables al niño deben dulcificarse, y los dañinos amargarse. es maravilla ver el celo que platón muestra en sus leyes en pro del deleite y la alegría, y cómo se detiene en hablar de sus carreras, juegos, canciones, saltos y danzas, de los cuales dice que la antigüedad concedió la dirección a los dioses mismos: apolo, las musas, y minerva; extiéndese en mil preceptos relativos a sus gimnasios; en la enseñanza de la gramática y la retórica se detiene muy poco, y la poesía no la ensalza ni recomienda sino por la música que la acompaña”.
de estos sentimientos sobre el abuso de los castigos surge la máxima con que he titulado esta reseña: la dulce severidad es la contrapartida de la severa crueldad que se aplicaba en las escuelas de su época. la frase de montaigne significa un concepto moderno de enseñanza, donde la autonomía del aprendizaje es el logro del maestro sobre el niño revestido de dignidad, ese respeto irrenunciable hacia el educando y su humanidad. es interesante este concepto en montaigne, quien era no olvidemos un magistrado, un hombre acostumbrado en la época a dictar severos castidos, incluso la muerte por delitos menores y terribles castigos físicos a los condenados. sin embargo, montaigne no era de la misma clase que sus contemporáneos, era un filósofo y un educador adelantado a su tiempo, era un humanista que veía al ser humano desde una perspectiva diferente.
sus ensayos nacen de una pregunta que llegaría a ser su divisa vital: ¿qué se yo? y de esa frase surge la idea poderosa acerca que lo que sabemos tiene que trasmitirse a las nuevas generaciones, es decir enseñarse, y qué mejor que hacer que los saberes se inculquen desde la niñez, a través de la guía del maestro con la dulce severidad que nos recomienda montaigne.
ahora bien, ¿cómo un hombre de su tiempo y de sus males sociales puede abstraerse de las costumbres y convertirse en un verdadero humanista, en un adelantado acerca de los derechos humanos? seguramente su padre influyó en su espíritu, a través del conocimiento de los clásicos y el amor a los libros, así como el conocimiento directo de maestros que obedecían a los nuevos tiempos que vendrían para europa y el movimiento humanista que predominaría con fuerza en todo el renacimiento.
montaigne se preocupa de la observación del alumno y de la praxis en el aprender, rehusa lo que considera centrarse solamente en el verbalismo vacío (en términos modernos), descuidando los hechos, que son la base de la vida. es novedosa esta actitud, que lleva implícita una didáctica que se complementa con valores. recordemos que desde la época medieval primaba la repetición de los textos para aprender y el uso de métodos mnemotécnicos, que hacían más bien rígico el aprender. recordemos a bruno y sus laboriosas técnicas de memorización. en cambio, montaigne prefiere la práctica en el aprender.
"el discípulo no recitará tanto la lección como la practicará; la repetirá en sus acciones.
se verá si preside la prudencia en sus empresas; si hay bondad y justicia en su conducta; si hay juicio y gracia en su conversación, resistencia en sus enfermedades, modestia en sus juegos, templanza en sus hacerse, métodoen su economía o indiferencia en su paladar, ya se trate de comer carne o pescado, o de beber vino o agua. el verdadero espejo de nuestro espíritu es el curso de nuestras vidas. zeuxidamo contestó a alguien que le preguntaba por qué los lacedemonios no escribían sus preceptos sobre la proeza, y una vez escritos por qué no los daban a leer a los jóvenes, que la razón era porque preferían mejor acostumbrarlos a los hechos que a las palabras.
comparad nuestro discípulo así formado, a los quince o dieciséis años; comparad le con uno de esos la tinajeros de colegio, que habrá empleado tanto tiempo como nuestro alumno en educarse, en aprender a hablar; solamente a hablar. el mundo no es más que pura charla, y cada hombre habla más bien más que menos de lo que debe. así la mitad del tiempo que vivimos se nos va en palabrería; se nos retiene cuatro o cinco años oyendo vocablos y enseñándonos a hilvanar los en cláusulas; cinco más para saber desarrollar una disertación median amente, y otros cinco para adornarla sutil y artísticamente. dejemos todas estas vanas retóricas a los que de ellas hacen profesión expresa".
una aplicación de la praxis como método de enseñanza y de buen aprendizaje nos relata montaigne de cómo aprendió el latín, evitándose el arduo trabajo que daba ese idioma en las escuelas, donde la gramática quitaba tanto tiempo que bajaba el nivel de aprendizaje de los estudiantes.
Realismo
Con Ratke la idea de la Didáctica como doctrina de la
enseñanza alcanza claros perfiles. En 1612 presentó a la Dieta de Francfort, un
plan de reforma educativa, condensando en tres puntos:
1. Fundación de nuevas escuelas que con nuevos métotodos nuevos permita
aprender con rapidez lenguas modernas y muertas.
2. Establecer una escuela popular donde se enseñe ciencias y oficios manuales
en lengua materna.
3. Para consolidar la unificación de Alemania, establecer una lengua común, un
solo gobierno y la misma religión.
En general, el pensamiento pedagógico de Ratke se encuentra en forma de
aforismos, postulados, normas y sus principales ideas son:
a) La enseñanza debe impartirse siguiendo el curso de la naturaleza irá de lo
fácil a lo difícil, de lo simple a lo complejo, de lo conocido a lo desconocido.
b) No debe aprenderse m{as de una cosa ala vez y repetir con frecuencia lo
aprendido.
c) Aprender, al principio, todo en lengua materna, solo despues han de
estudiarse las lenguas extranjeras.
d) Ante todo, la cosa en sí mismo, más tarde las maneras de ser y usos de las
cosas. Ninguna regla antes del conocimiento del lenguaje.
e) El aprendizaje debe discurrir sin violencia, ya que ésta es contraria a la
naturaleza. El maestro debe limitarse a enseñar; la disciplina y la coacción
pertenecen a otro funcionamiento.
f) Uniformidad y armonía en todas las cosas en métodos de enseñanza, libros,
reglas, etc.
g) Todo por partes, mediante la experimentación y la observación.
h) Sólo las ideas bien comprendidas por la inteligencia, deben ser retenidas
por la memoria.
i) Presentar primero los temas en forma compendiada, después de desarrollarlos.
También Ratke fue de los primeros en plantear la necesidad de enseñar el arte
de enseñar, vale decir, formar maestros.
Comenio defendía la importancia del poder de la educación para mejorar al hombre y a la sociedad. La educación debía ser universal, tener orden y método, ser amena. El alumno debería ser el centro de atención. Para Comenio, enseñar se debe a una disposición de tres cosas: tiempo, objeto y método. Aportó ideas educativas basándose en tres métodos: comprender, retener y practicar. La finalidad de ello era mejorar la enseñanza para el alumno. Se inclinó a la capacidad de sensibilidad del profesor hacia el alumno, así mismo la interacción y con ello garantizar el éxito del aprendizaje.
Entre las obras que escribió, la de mayor interés es su “Didáctica Magna," uno de los primeros libros escritos sobre el tema de educar a los niños y dirigir bien la escuela. A través de sus distintas obras, propuso un método didáctico.
Comenio dio inicio a los textos ilustrados para niños, con figuras de animales y acciones, graduados de fácil a difícil, haciendo que el alumno pudiera entender con mayor facilidad.
Fue el primero que presentó una metodología de la educación basada en la unión de la pedagogía con la didáctica. Con este sistema quería dirigir la progresión moral e intelectual del alumno.