jueves, 2 de julio de 2015

LA EDUCACIÓN EN LA EDAD MODERNA






El sentido de la expresión Edad Moderna guarda relación con la ideas de los humanistas, quienes se consideraban portadores y difusores de una nueva mentalidad, lo moderno, lo que esta de moda, loo actual, opuesta y enfrentada con la mentalidad medieval, que juzgaban caduca y deseaban sustituir.

Sin embargo, la expresión Edad Moderna se emplea también con mucha frecuencia para designar una época histórica concreta y como tal extinguida, superada e irrecuperable, claramente diferenciada de la edad media y la edad contemporánea. Así entendida, la Edad Moderna abarcaría tres siglos de la historia de occidente el XVI, el VII y el XVIII, y se correspondería con una sociedad y una cultura de perfiles bien definidos, opuestos con frecuencia a los rasgos básicos del mundo actual.Las fechas del comienzo y del final de la Edad Moderna son difíciles de fijar y varían ligeramente de unos países europeos a otros. Habitualmente se sitúa el inicio de los tiempos modernos en la conquista de Constantinopla por parte de los turcos (1453) o bien en el descubrimiento de América en (1492).

La Edad Moderna : puede considerarse como un periodo de transición, en el que se acentúa y fortalecen tendencias presente ya en los últimos siglos de la edad media. La culminación de dicho proceso tendrá a lugar a finales del siglo XVIII y significara la ruptura definitiva con el orden hasta entonces imperante en occidente, que había sido heredado de la edad media.

La Edad Moderna : Estrechamente al proceso de modernización de la sociedad europea se encuentra la burguesía, un grupo social en ascenso ya durante la baja edad media, llamada a desempañar un papel de singular importancia en la historia de occidente. Este ultimo supone debilitar uno de los principios básicos de la orden política, en el cual el status social ya no se hereda y se conserva de modo automático sino que es necesario adquirirlo y en su caso mantenerlo. La educación se convierte por eso, cada vez mas en una vía e instrumento de ascenso social.

Otro fenómeno característico de la Edad Moderna es la fragmentación y la perdida de la identidad colectiva de las diversas ordenes o estamentos en los que se dividía la sociedad medieval.


La Edad Moderna es un período histórico comprendido entre fines del siglo XV y del siglo XVIII, más precisamente entre el descubrimiento de América (1492) y la Revolución Francesa (1789).

En esta etapa especialmente conviene destacar el debilitamiento de los estamentos rígidos en que se dividía la sociedad feudal, el despegue de la industrialización, y el surgimiento de la burguesía como clase social con gran poder económico, que necesita educarse en un mudo de ideas más abiertas que el cerrado pensamiento religioso medieval, y que tendrá en educación su punto culminante, en las postrimerías de la modernidad, con el movimiento de la Ilustración del siglo XVIII.

La iglesia poco a poco ve relegada su posición de monopolizadora del saber, y el Humanismo va impregnando la forma de enseñar, centrada en el ser humano, más práctica y reflexiva, con la finalidad de formarlo en cuerpo y alma, como individuo libre y como parte del entramado social, siendo la enseñanza mucho más inclusiva y no reservada solamente a los poderosos.

Comprendía la enseñanza de las letras, incluyendo además del propio idioma, el griego y el latín, las artes y las ciencias, a los que se les añadirá dialéctica y retórica, tratando de acumular la mayor cantidad de conocimientos, de modo memorístico. Se profundizó el estudio de los clásicos, especialmente de Platón y Aristóteles, sin dejar de lado el estudio de la religión, pero desde un punto de vista menos dogmático.

La escolarización

La educación, gracias a la situación económico-social y sobre todo al apoyo de los humanistas, puede experimentar un desarrollo, dejando de ser exclusiva de los altos estamentos y de habitantes de ciudades. En la primera mitad del siglo XVI se abren multitud de escuelas municipales que son encargadas a religiosos, y que suscitan un interés de todas las clases por considerarla como un medio de promoción social. En Inglaterra, por ejemplo, se abren escuelas de gramática, lo que permite la afluencia de estudiantes a universidades como la de Oxford o Cambridge. Mientras tanto España experimenta en este mismo siglo uno de los mayores desarrollos a nivel educativo, un siglo en el que aparecen escuelas de gramática, aumenta el número de universitarios y aparece un gran número de colegios jesuíticos. Esto no fue más que el principio, ya que durante los tres siglos de la Edad Moderna se produce una transferencia del aprendizaje del hogar hacia las escuelas. Con el tiempo estas escuelas se convertirán en escuelas de oficios, y las universidades y los colegios quedarán de nuevo más restringidos. 


Universidad de Oxford



Los centros docentes y la red escolar


Durante la edad moderna la red escolar no seguía ningún criterio común, teniendo cada institución educadora –religiosa, individual o estatal- unas pautas propias que condicionaban el desarrollo de los alumnos. Cada institución tenía sus propios criterios a seguir con respecto a los planes de estudio, materiales, principios pedagógicos, etc., al igual que tampoco existía una estratificación de los grados de enseñanza a nivel nacional, y por tanto, no existían grados de exigencia ni para el profesor ni para el alumno. A pesar de este desorden, estas instituciones sirvieron como medio de culturización para la sociedad e incluso para otro tipo de cometidos no educativos como las vacunaciones. 
A pesar de que la pedagogía variaba con el tiempo y con cada institución, lo que no varió fue el principio de disciplina, la violencia. Estos castigos y/o torturas llegaron a tal extremo que en Inglaterra se tuvo que tomar medidas en contra de estas prácticas. Se seguía el criterio, por tanto, de gratificación-sanción, como forma de controlar la conducta del niño. Desde el renacimiento se señala la importancia de concebir la educación como un juego, llegando a aplicarse en el siglo XVIII. Desde fechas tempranas la pedagogía tiene un objetivo particular para cada individuo dependiendo únicamente del linaje, es decir, a un hijo del rey hay que educarlo como a un príncipe y al hijo de un militar hay que educarle el cuerpo. El colegio por tanto es selectivo, respondiendo al ideal estamental. 


Los sectores educativos



Telar de cintura del siglo XVI
La enseñanza primaria se realizaba en cualquier lugar, incluso en una taberna. La formación era simple y diferente para cada sexo, a los niños se les instruía en lectura y escritura; y a las niñas se les instruía en principios de fé, costura, economía doméstica y muy raramente lectura. A estas instrucciones asistían niños de entre seis y diez años, aunque su asistencia era muy irregular ya que las clases se adaptaban al ritmo estacional de la agricultura. Los padres de estos niños no veían necesaria la asistencia de estos, lo que propicio una alta tasa de analfabetismo en las clases más bajas. 

Con el tiempo aparecieron las escuelas de oficios en las que se formaba a los adolescentes a desempeñar una labor en concreto. Esta formación se llevaba a cabo tanto en escuelas como en los propios talleres, y existía la idea de que si se impartía una mayor formación mayor sería el rendimiento. Este tipo de educación también era impartida a las mujeres, a las cuales se preparaba para incorporarse a la industria textil. 
Logo de la Societas Jesu o Societas Iesu

La enseñanza secundaria se impartía en las escuelas de gramática, en las cuales se impartían multitud de asignaturas siendo latín la de más importancia por su vinculación religiosa y por su uso en la justicia o en las relaciones internacionales. Estaban mejor organizadas y tenían el apoyo del Estado y de la Iglesia, siendo los encargados de formar las élites europeas. Estas escuelas fueron indispensables en el mecanismo de la reproducción ideológica y no se desprendieron de la tutela clerical hasta el siglo XVIII. A todas las compañías religiosas dedicadas a la formación se le sumo la Compañía de Jesús, cuyos métodos empleados les valió tal reconocimiento que se convirtieron sus escuelas en destinos exclusivos para la nobleza
Brandenburgische Akademie der Wissenschaften


Paralelamente surgen las Academias, que son escuelas para paliar las deficiencias educativas proporcionando estudios especializados. Un ejemplo de estas es la Academia de Notarios y Abogados veneciana del siglo XVI. En el siglo XVII se produce un auge de estas academias, siendo homologadas por la administración. Una de estas fue la Academia Francesa (1627) creada por Richelieu como un organismo de codificación. Estas academias fueron exportadas a otros países europeos, como en Alemania, donde creo la Societas Regia Scientiarum berlinesa, que es la actualBrandenburgische Akademie der Wissenschaften. 
UAH. Fachada del Colegio Mayor de San Ildelfonso

La enseñanza superior o universitaria, era la más alta institución educativa, de la cual quedaban exentos mujeres y grupos sociales inferiores. Son controladas por la Iglesia hasta la segunda mitad del XVIII y tienen un carácter conservador reacio a nuevas ideologías, actitud que entorpece el avance científico. Esta situación se mantendrá así hasta poner fin al control religioso sobre las universidades. Destacaban especialmente las Facultades de Teología, de Artes, Derecho y Medicina. En Italia, con las corrientes renacentistas, surgen las facultades de Filosofía, Cultura Clásica, Matemáticas, etc. En España, Cisneros creó la Universidad de Alcalá de Henares en 1499, que era puramente de letras. La cifra de facultades y de estudiantes aumentó a lo largo del siglo XVI, pasando España de ocho universidades en 1500 a 33 en 1600, aunque no todas ellas eran de la misma calidad científica. Sin embargo, durante el siglo XVII y XVIII, las universidades sufren una decadencia, en gran parte provocada por otorgar grados académicos en función de las clientelas sociales, solo salvándose aquellas que supieron renovarse.