sujetos de la educación
El alumno y el maestro participan en la estructuración de la forma de conocimiento que se transmiten, tanto en el aula como en otros contextos, y que es en las relaciones que allí se establecen que podemos involucrar a ambos como parte del sujeto educativo.
Los planteos dicotómicos alumno – maestro, no dan cuenta de la complejidad de las relaciones e interacciones involucradas, por lo que se cuestiona la identidad de ciertos vínculos como maestro-alumno, y enseñanza-aprendizaje para abrir la posibilidad de reconstruirlos en su heterogeneidad.
El concepto de sujeto educativo excede la categoría de alumno e incluye aspectos de interacción que se conjugan en la apropiación de conocimientos.
Los niños se van construyendo como sujetos, inventando, desarmando e internalizado normas y contenidos en interacción con adultos, pares y objetos.
El proceso de conocer se da a partir de la motivación intrínseca, cuyo componente básico es del orden de lo afectivo-emocional, y es así, que el niño hace preguntas, formula hipótesis, construye y se apropia de conocimientos.
Desde esta conceptualización, el docente es también parte del sujeto educativo. Hasta muy recientemente los maestros no habían sido considerados sujetos del aprendizaje. La mirada tradicional ha estado centrada en el alumno y de esta forma queda explicito que ha sido considerado como el único depositario del aprendizaje. Vemos que cuando orientamos la mirada hacia el docente solo encontramos “capacitaciones” Sin considerar que es lo que se les brinda y posibilita para el aprendizaje en esos espacios a los maestros.
Las investigaciones psicológicas han documentado que el proceso de apropiación de conocimientos en la escuela incluye la relación alumno – alumno además de la de maestro – alumno.
Algunas experiencias educativas innovadoras muestran el cambio en los modelos escolares de aprendizaje, cuando las aulas no se piensan como instituciones centradas en el niño o en el adulto sino más bien como comunidades educativas.
Sobre la base de lo anterior, es necesario desarrollar indagaciones sistemáticas que den cuenta del sujeto educativo en lo que es y no en lo que debe ser.
El sujeto educativo, no es solo el sujeto cognoscente, dado que en el aprendizaje esta comprometida la subjetividad. Así considerado el sujeto educativo es a la vez sujeto epistémico, afectivo, social y cotidiano, dado que es en el diario acontecer en el que se expresa el sujeto educativo.
Este no supone un sujeto que es modelado por el medio para interiorizar la norma sin resistencia, oposición y reelaboración. Por el contrario, procesa lo transmitido y se adecua a los valores y la cultura de su medio social en forma activa.
En ese sentido disentimos con el modelo reproductivista que asignan al sujeto una situación sometida en esta relación. Si el sujeto se constituye como tal en lo social, es necesario precisar que en ese sentido es siempre sujeto de pertenencia a un sector especifico que lo ubica en una determinada posición desde la cual se relaciona con el mundo y lo significa.
La singularidad y a la vez la heterogeneidad de los sujetos son dimensiones que justifican indagaciones psicológicas en profundidad dado que si bien la identidad de los sujetos se constituye en sus prácticas, estas son multifacéticas y contradictorias.
Desde la perspectiva enunciada, las formas de conocimiento no son todas iguales y pensamos que si se propone el desarrollo de la comprensión en el sujeto educativo se requiere un trabajo sistemático sobre la base de dominios y contenidos específicos.
Esto sugiere una mirada diferente respecto al conocimiento, su adquisición, la naturaleza de los procesos de escolarización (como uno de los medios por el cual las culturas son creadas y transmitidas) y los aportes de aprendizaje contextuados en diversos medios de formalización.
Elementos de la Educación
Aprender a comprender, Aprender hacer, Aprender a ser y Aprender a convivir son los elementos básicos que debe tratar la nueva educación. Vamos a profundizar un poco más. La educación tiene una exigencia en estos tiempos: Tiene que transmitir, masiva y eficazmente, un volumen cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos evolutivos, adaptados a la civilización cognoscitiva, porque son las bases de las competencias del futuro. Todo ello sin dejarse influir por las corrientes mas o menos efímeras que pueden surgir en diversos medios.
Ya no es suficiente con que cada alumno acumule conocimientos, debe estar en condiciones de aprovechar durante toda su vida la oportunidad de actualizar y aumentar estos conocimientos, para poder adaptarse ha este mundo en continuos cambios. Es decir debe adquirir los instrumentos de la comprensión y de aprender hacer. Además de ser capaz de vivir y cooperar con las demás personas que le rodeen.
Una nueva concepción más amplia de la educación debería llevar a cada persona a descubrir, despertar e incrementar sus posibilidades creativas, actualizando así el tesoro escondido en cada uno de nosotros, lo cual supone trascender una visión puramente instrumental de la educación, percibida como la vía obligada para obtener determinados resultados (experiencia práctica, adquisición de capacidades diversas, fines de carácter económico), para considerar su función en toda su totalidad. Por todo esto los elementos esenciales de la educación de hoy en día son:- Aprender a comprender: dominar las herramientas del conocimiento que permitan vivir dignamente y lograr un aporte propio a la sociedad; lo que supone, además, aprender para poder aprovechar las posibilidades que ofrece la educación a lo largo de la vida.Este elemento hace énfasis en los métodos que de deben utilizar para conocer y asegurar que todas las personas deben disfrutar el conocer, el comprender y el descubrir.- Aprender hacer: a fin de adquirir no sólo una cualificación personal (en el sentido de habilidades) sino competencias que, en el marco de distintas experiencias sociales o de trabajo, capaciten a la persona para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo, tomar decisiones y crear sinergias, donde lo importante es el grado de creatividad que cada uno es capaz de aportar.- Aprender a ser: para que florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal. Para ello no se debe menospreciar en la educación ninguna de las posibilidades de cada individuo: memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, aptitudes para comunicar, etc.- Aprender a convivir: con el medio ambiente y con los demás integrantes de nuestra sociedad, trabajando en proyectos comunes y desarrollando el auto-conocimiento que sirva de origen para el descubrimiento y la compresión del otro y para la percepción de las formas de interdependencia realizando proyectos comunes y preparándose para tratar los conflictos que devienen en la empatía, respetando los valores es de pluralismo, compresión mutua y paz. Mientras los sistemas educativos formales pretenden dar prioridad a la adquisición de conocimientos, en detrimento de otras formas de aprendizaje, importa concebir la educación como un todo. En esa concepción deben buscar inspiración y orientación las reformas educativas, tanto en la elaboración de los programas como en la definición de las nuevas políticas pedagógicas. Con este nuevo rostro, la educación permanente se concibe como algo que va mucho más allá de lo que hoy ya se practica, particularmente en los países desarrollados, a saber, las actividades de nivelación, de perfeccionamiento y de conversión y promoción profesionales de los adultos. Ahora se trata de que ofrezca la posibilidad de recibir educación a todos, y ello con fines múltiples, lo mismo si se trata de brindar una segunda o tercera ocasión educativa o de satisfacer la sed de conocimientos, de belleza o de superación personal que de perfeccionar y ampliar los tipos de formación estrictamente vinculados con las exigencias de la vida profesional, incluidos los de formación práctica.
Procesos de la Educación
La educación consiste en la socialización de
las personas a través de
la enseñanza. Mediante
la educación, se busca que el individuo adquiera ciertos conocimientos que son esenciales
para la interacción social y para su desarrollo en el marco de una
comunidad.
El proceso educativo se
basa en la transmisión de valores y saberes. Si esquematizamos el proceso
de la manera más simple, encontraremos a una persona (que puede ser un docente,
una autoridad, un padre de familia, etc.) que se encarga de transmitir dichos
conocimientos a otra u otras. Hay, por lo tanto, un sujeto que enseña y
otros que aprenden.
La realidad, de todas maneras, es
más compleja. El proceso educativo no suele ser unidireccional, sino que
es interactivo: quienes están aprendiendo, también pueden enseñar. Así el
conocimiento se construye de forma social.
El proceso educativo, por otra
parte, puede ser formal o informal. A nivel formal, se desarrolla
en instituciones educativas como escuelas o universidades, contando con
docentes profesionales, programas de estudio aprobados por el Estado y sistemas de evaluación que
exigen al alumno el cumplimiento de ciertos objetivos.
Un proceso educativo
informal, en cambio, puede desarrollarse en el seno del hogar, en la calle o
incluso de manera autodidacta. Los conocimientos que asimilan quienes aprenden,
en este caso, no están sistematizados.
El proceso educativo incluso
puede desarrollarse a distancia, sin que las personas involucradas en el
mismo estén cara a cara o tengan un contacto personal.
Estos procesos, en definitiva,
permiten que los individuos que aprenden asimilen información necesaria
para desenvolverse con éxito a nivel social, adquiriendo valores y pautas de
conducta.
Esta clasificación es de suma utilidad para la preparación, ejercicio y evaluación de las experiencias de enseñanza-aprendizaje. Sirve mencionar, que esto no delimita al maestro a utilizar uno de estos con exclusividad sino de analizar los objetivos que se quieren lograr y de organizar experiencias de aprendizaje para lograr un aprendizaje significativo y duradero.
Podemos señalar por tanto que la psicología educativa trata de cuestiones tales como:
- El proceso de aprendizaje y los fenómenos que lo constituyen como la memoria, el olvido, la transferencia, las estrategias y las dificultades del aprendizaje.
- Los determinantes del aprendizaje, partiendo del estudio de las características del sujeto cognoscente: disposiciones cognitivos, afectivas y de personalidad que pueden influir en los resultados del aprendizaje; la enseñanza y desarrollo del pensamiento, implicaciones educativas; y los alumnos con necesidades especiales.
Los
procesos de instrucción: procesos psicológicos de la instrucción, instrucción y desarrollo,
objetivo de la instrucción, la enseñanza individualizada, la
evolución psicoeducativa y el proceso escolar.